‘Un castillo de muy claro cristal’. La mirada de Teresa, desde los márgenes

Escribe Teresa de Jesús en su libro de las Moradas:

«No hallo yo cosa con que comparar la gran hermosura de un alma y la gran capacidad; y verdaderamente apenas deben llegar nuestros entendimientos, por agudos que fuesen, a comprenderla, así como no pueden llegar a considerar a Dios, pues Él mismo dice que nos crio a su imagen y semejanza» (1M 1, 1).

Así es el ser humano, como Teresa lo concibe: cincelado de hermosura y dignidad, de grandeza y de misterio. Lleno de gracia, por obra de Aquel que agracia cuanto mira y cuanto toca. Aquel que no solo espera, sino que sale al encuentro, que silba dulcemente como pastor para atraer hacia sí, para convocar a la mesa del banquete que ha preparado, y que no es sino su vida entregada: «Mejores que el vino son tus amores» (Cant 1, 3).

Teresa de Jesús supo ver en todo ser humano, sin distinción de sexo, estamento social o raza, una hermosura y dignidad que no siempre vemos.

Mónica Astorga, una hija de Teresa, una carmelita descalza del monasterio de Neuquén (Argentina), sí es capaz de ver así a las personas, sin juzgarlas, y más aún, sabe extraer las consecuencias de ese modo de mirar,  al hilo de lo que la vida le ha ido presentando.

Esta es la  historia de un proyecto que dignifica al ser humano y que hace de este mundo un lugar más habitable y hermoso.

Todo comenzó en 2005, cuando Romina, transexual que ejercía la prostitución, se presentó en la parroquia pidiendo ayuda para dejar ese medio de vida. Tras un acompañamiento de  unos meses, fue remitida al Monasterio de Carmelitas Descalzas para que, en diálogo con las hermanas, pudiera continuar su labor de reinserción social.

En ese contexto, se valoró la conveniencia de formar un grupo para el apoyo mutuo y Romina convocó a otras cuatro compañeras con las que se inició  “Nuevos Horizontes”. A partir de sus relatos se hacía evidente el dolor y la marginación que sufrían a diario.

Se les propuso iniciar un camino de oración,  ponerse en manos de Jesús y encontrar así la fuerza para iniciar una vida distinta. Todos los jueves se reunían en la Capilla del Carmelo.

Por otro lado, se contactó con el P. Germán (vicepresidente de Cáritas Diocesana) para ver qué proyectos y/o instancias de desarrollo se podrían implementar por medio de Cáritas. Como fruto de estos encuentros se logró presentar el proyecto para poner una peluquería, que en junio del 2008 se inauguró con el nombre de “Lourdes”.

Poco a poco, se fueron sumando otros proyectos que actualmente están en funcionamiento, por ejemplo, un taller donde se hace costura. Y así poco a poco se van sumando otras chicas configurando, de este modo, un grupo unido por un mismo anhelo: tener una vida digna.

Hay nuevos proyectos que queremos acompañar. El Obispado de Neuquén, por medio de Monseñor Marcelo Melani, facilitó una vivienda que estaba abandonada para que allí pudieran reunirse. Es un espacio en el que pueden soñar y proyectar un futuro distinto, una vida digna y feliz.

Actualmente se reúnen en la Capilla del Monasterio todos los meses para orar. Son mujeres heridas, acostumbradas al rechazo y el desprecio, no solo familiar y social, sino, en muchos casos, también de los representantes de la religión. Pero, al contacto con Jesús de Nazaret, que se dejaba tocar por mujeres de la vida para expresar así la inaudita cercanía de Dios, las chicas van tomando conciencia de su valor como seres humanos.

Mónica Astorga, anima este proyecto desde el monasterio, con la escucha, el calor humano y la acogida incondicional a la persona, ese hermoso castillo de cristal lleno de laberintos y fuentes que describió Teresa hace quinientos años.

Terminamos con este esperanzador testimonio de la Hna. Mónica:

Recuerdo cuando nos reunimos con las primeras 4, primero no confiaban y me dijeron qué podía hacer yo (monja), ellas ya estaban cansadas de golpear puertas y no ser escuchadas. Les pedí me dieran una oportunidad.

Les pregunte que sueños tenían, cada una comenzó a decir.Romina, quiero terminar mi curso de peluquería y tener una propia. Victoria, también tener su peluquería Luján, una casa de comidas. Katy fue quien me marcó y desde ese momento fue cuando prometí dar todo. Me dijo: «quiero tener una cama limpia para poder morir”.

Hoy cada una trabaja del sueño que me contó y Katy lleva su propio taller de costura y hace 2 años que se está recuperando del alcohol.


16 respuestas a “‘Un castillo de muy claro cristal’. La mirada de Teresa, desde los márgenes

  1. Gracias por compartir esta caridad vivida en las periferias existenciales, como Papa Francisco nos anima permanentemente. Rezo por ustedes. Recen por mí y mi Comunidad parroquial. P. Miguel Ángel

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    1. Muchas gracias, Miguel Ángel, por visitar esta página y por este comentario. Ciertamente, lo que afecta tan de lleno a lo vulnerable de la vida, impacta siempre.Un cordial saludo.

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  2. Hermana Mónica: leer su trabajo pastoral en conjunto con las chicas trans me enorgullece como católico y veo a ese monasterio como un faro de esperanza para la Iglesia. Rezo por usted y su comunidad.

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  3. Me gustaria que me aconsejaran porque voy a empezar a acompañar a mujeres de la carcel. Quizas haya experiencias que me puedan ser utiles. Desde ya agradecida

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  4. SOY LUJAN y no paro de llorar por tan emotiva mencion a nuestra amiga madre y hermana Monica Astorga gracias por ver en ella el reflejo de nuestra querida Teresa

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    1. Gracias a ti, Luján, por tu valiente y hermoso testimonio que nos ayuda a descubrir la dignidad de todo ser humano. Te animamos a seguir apoyando ese gran trabajo que, entre todas, realizáis. Sois ejemplo para muchas otras personas.

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